martes, 17 de diciembre de 2013

“LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO LLENA EL CORAZÓN Y LA VIDA ENTERA DE LOS QUE SE ENCUENTRAN CON JESÚS”




1. La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos, para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.

I.  Alegría que se renueva y se comunica

2. El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado.

3. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor».[1] Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar «setenta veces siete» (Mt 18,22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!

4. Los libros del Antiguo Testamento habían preanunciado la alegría de la salvación, que se volvería desbordante en los tiempos mesiánicos. El profeta Isaías se dirige al Mesías esperado saludándolo con regocijo: «Tú multiplicaste la alegría, acrecentaste el gozo» (9,2). Y anima a los habitantes de Sión a recibirlo entre cantos: «¡Dad gritos de gozo y de júbilo!» (12,6). A quien ya lo ha visto en el horizonte, el profeta lo invita a convertirse en mensajero para los demás: «Súbete a un alto monte, alegre mensajero para Sión, clama con voz poderosa, alegre mensajero para Jerusalén» (40,9). La creación entera participa de esta alegría de la salvación: «¡Aclamad, cielos, y exulta, tierra! ¡Prorrumpid, montes, en cantos de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, y de sus pobres se ha compadecido» (49,13).

Zacarías, viendo el día del Señor, invita a dar vítores al Rey que llega «pobre y montado en un borrico»: «¡Exulta sin freno, Sión, grita de alegría, Jerusalén, que viene a ti tu Rey, justo y victorioso!» (Za 9,9).

Pero quizás la invitación más contagiosa sea la del profeta Sofonías, quien nos muestra al mismo Dios como un centro luminoso de fiesta y de alegría que quiere comunicar a su pueblo ese gozo salvífico. Me llena de vida releer este texto: «Tu Dios está en medio de ti, poderoso salvador. Él exulta de gozo por ti, te renueva con su amor, y baila por ti con gritos de júbilo» (So 3,17). Es la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana, como respuesta a la afectuosa invitación de nuestro Padre Dios: «Hijo, en la medida de tus posibilidades trátate bien […] No te prives de pasar un buen día» (Si 14,11.14). ¡Cuánta ternura paterna se intuye detrás de estas palabras!

5. El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Bastan algunos ejemplos: «Alégrate» es el saludo del ángel a María (Lc 1,28). La visita de María a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: «Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador» (Lc 1,47). Cuando Jesús comienza su ministerio, Juan exclama: «Ésta es mi alegría, que ha llegado a su plenitud» (Jn 3,29). Jesús mismo «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Su mensaje es fuente de gozo: «Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: «Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría» (Jn 16,20). E insiste: «Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría» (Jn 16,22). Después ellos, al verlo resucitado, «se alegraron» (Jn 20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad «tomaban el alimento con alegría» (2,46). Por donde los discípulos pasaban, había «una gran alegría» (8,8), y ellos, en medio de la persecución, «se llenaban de gozo» (13,52). Un eunuco, apenas bautizado, «siguió gozoso su camino» (8,39), y el carcelero «se alegró con toda su familia por haber creído en Dios» (16,34). ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría?

6. Hay cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua. Pero reconozco que la alegría no se vive del mismo modo en todas las etapas y circunstancias de la vida, a veces muy duras. Se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo. Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias: «Me encuentro lejos de la paz, he olvidado la dicha […] Pero algo traigo a la memoria, algo que me hace esperar. Que el amor del Señor no se ha acabado, no se ha agotado su ternura. Mañana tras mañana se renuevan. ¡Grande es su fidelidad! […] Bueno es esperar en silencio la salvación del Señor» (Lm 3,17.21-23.26).

7. La tentación aparece frecuentemente bajo forma de excusas y reclamos, como si debieran darse innumerables condiciones para que sea posible la alegría. Esto suele suceder porque «la sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil engendrar la alegría».[2] Puedo decir que los gozos más bellos y espontáneos que he visto en mis años de vida son los de personas muy pobres que tienen poco a qué aferrarse. También recuerdo la genuina alegría de aquellos que, aun en medio de grandes compromisos profesionales, han sabido conservar un corazón creyente, desprendido y sencillo. De maneras variadas, esas alegrías beben en la fuente del amor siempre más grande de Dios que se nos manifestó en Jesucristo. No me cansaré de repetir aquellas palabras de Benedicto XVI que nos llevan al centro del Evangelio: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva».[3]

8. Sólo gracias a ese encuentro –o reencuentro– con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros?

II.  La dulce y confortadora alegría de evangelizar

9. El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían asombrarnos entonces algunas expresiones de san Pablo: «El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); «¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!» (1 Co 9,16).


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sources: Vatican.va










martes, 13 de agosto de 2013

EL PRÓXIMO 13 DE OCTUBRE, EL PAPA FRANCISCO CONSAGRARÁ EL MUNDO AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


En respuesta al deseo del Santo Padre Francisco, la Imagen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que es venerada en la Capilla de las Apariciones, estará en Roma el 12 y el 13 de octubre, en la Jornada Mariana promovida por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. En el día 13 de octubre, junto a la Imagen de Nuestra Señora, el Papa Francisco realizará la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María.
La Jornada Mariana es uno de los grandes eventos previstos en el calendario de celebraciones del Año de la Fe y congregará en Roma a centenares de movimientos e instituciones vinculadas a la devoción mariana.
En una carta dirigida al Obispo de Leiría-Fátima, Antonio Marto, el presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, comunica que “todas las realidades eclesiales de espiritualidad mariana” están invitadas a participar en la Jornada Mariana: un encuentro que tiene previsto, en el día 12, una peregrinación a la tumba del Apóstol San Pedro y otros momentos de oración y meditación; y, en el día 13, la celebración eucarística presidida por el Papa Francisco, en la Plaza San Pedro.
Es un vivo deseo del Santo padre que la Jornada Mariana pueda tener como especial signo uno de los íconos marianos que están entre los más significativos para los cristianos de todo el mundo y, por ese motivo, hemos pensado en la amada estatua original de Nuestra Señora de Fátima”, escribió Mons. Fisichella.
De este modo, la Imagen de Nuestra Señora dejará el Santuario de Fátima en Portugal en la mañana del día 12 de octubre y regresará en la del día 13. En su lugar, en la Capilla de las Apariciones, será colocada la primera Imagen de la Virgen Peregrina de Fátima, entronizada en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario desde el 8 de diciembre de 2003.
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Lo que los cardenales escucharon antes del Cónclave que eligió a Francisco

Gracias a que la Santa Sede lo ha hecho público en las Acta Apostolicae Sedis, podemos ofrecer nuestra traducción de la interesante intervención, cuyo contenido hasta ahora era desconocido, que el Cardenal Prosper Grech dirigió a los cardenales electores antes del Cónclave celebrado en marzo de este año, en el cual fue elegido Papa el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, tomando el nombre de Francisco.
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A la venerable edad de 87 años soy uno de los más ancianos del Colegio Cardenalicio, pero en cuanto a nombramiento soy apenas un neonato; y ya que mi vida estuvo siempre dedicada al estudio, mi conocimiento de los asuntos de la Curia no superan el tercer grado. Sólo en cuanto tal me atrevo a presentar esta sencilla meditación in nomine Domini.
 El acto que estáis por realizar dentro de esta Capilla Sixtina es un kairos, un momento fuerte de gracia, en la historia de la salvación, que continúa en la Iglesia hasta el final de los tiempos. Sed conscientes de que este momento pide de vosotros la máxima responsabilidad. No importa si el Pontífice elegido sea de una nacionalidad o de otra, de una raza o de otra, importa solamente si, cuando el Señor le dirige la pregunta “Pedro, ¿me amas?”, él puede responder con toda sinceridad: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”. Entonces las ovejas confiadas por Jesús estarán seguras, y Pedro seguirá a Cristo, el Supremo Pastor, donde quiera que vaya.
 Con esto no tengo ninguna intención de hacer un identikit del nuevo Papa y mucho menos de presentar un plan de trabajo al futuro Pontífice. Esta tarea delicadísima corresponde al Espíritu Santo, el cual en las últimas décadas nos ha regalado una serie de óptimos pontífices santos. Mi intento es tomar de la Escritura algunas reflexiones que nos permitan comprender lo que Cristo quiere de su Iglesia, reflexiones que os podrán servir de ayuda en vuestras discusiones.
 Durante su vida Jesús enviaba a los discípulos a anunciar el Reino de Dios. El reino tiene muchas facetas, pero podemos sintetizar su esencia como el momento de gracia y de reconciliación que el Padre ofrece al mundo en la persona y obra de Cristo. Reino e Iglesia no coinciden, el Reino es la soberanía paterna de Dios que comprende a todos los beneficiarios de su gracia. Después de la Resurrección, Jesús mando a los apóstoles al mundo entero para hacer discípulos de todas las naciones y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La Iglesia hace esto presentando el Evangelio sin reduccionismos, sin diluir la palabra; con las palabras de Pablo: “Yo no me avergüenzo del Evangelio, porque es el poder de Dios para la salvación del que cree, del judío en primer lugar y también del griego”. Cuando se llega a compromisos con el Evangelio se lo vacía de su dynamis, como si a una bomba en la mano se le quitase el explosivo en ella contenido. No se debe ceder tampoco a la tentación, pensando que, como el Concilio Vaticano II ha allanado la salvación también a aquellos que están fuera de la Iglesia, se relativiza la necesidad del bautismo. Hoy se agrega el abuso de tantos católicos indiferentes que descuidan o rechazan bautizar a los propios hijos.
 El anuncio del Evangelio del Reino de Dios se concretiza en el anuncio de “Jesucristo, y éste Crucificado”. Tanto la filiación divina de Cristo como su crucifixión constituyen el scandalum crucis, “locura para los que se pierden, pero para los que salvan – para nosotros – fuerza de Dios”. Es precisamente este escándalo de la cruz el que humilla la hybris de la mente humana y la eleva a aceptar una sabiduría que viene de lo alto. También en este caso, relativizar la persona de Cristo poniéndola junto a otros “salvadores” significa vaciar el cristianismo mismo de su sustancia. Fue precisamente la predicación de lo absurdo de la cruz la que, en menos de trescientos años, redujo al mínimo las religiones del Imperio Romano y abrió la mente de los hombres a una visión nueva de esperanza y de resurrección. De esta misma esperanza está sediento el mundo actual, que sufre una depresión existencial.
 El Cristo crucificado, sin embargo, está íntimamente vinculado a la Iglesia crucificada. Es la Iglesia de los mártires, desde aquellos de los primeros siglos hasta los numerosos fieles que, en ciertos países, se exponen a la muerte simplemente yendo a la Misa dominical. Pero la Iglesia crucificada no se limita sólo a sus mártires. Cuando ella refleja la persona, la enseñanza y el comportamiento de Cristo, no hace más que presentar la Verdad, que es Cristo mismo. La Iglesia, por lo tanto, pide a los hombres reflejarse en el espejo de Cristo y de sí misma. Todos desean conocer la verdad, pero cuando ella revela nuestros defectos, entonces es odiada y perseguida: “Oculis aegris odiosa lux, quae sanis amabilis”, dice Agustín. Y Jesús predice: “Si me han perseguido a mí, también os perseguirán a vosotros”. Por eso, la persecución es un quid constitutivum de la Iglesia, como lo es la debilidad de sus miembros, de la que no puede prescindir sin perder su individualidad, es una cruz que debe abrazar.
 La persecución, sin embargo, no siempre es física, está también la persecución de la mentira: “Felices vosotros cuando os insulten, os persigan, y os calumnien en toda forma a causa de mí”. Esto lo habéis experimentado recientemente por medio de algunos medios que no aman a la Iglesia. Cuando las acusaciones son falsas, no es necesario hacerles caso, aún si causan un inmenso dolor.
 Otra cosa es cuando contra nosotros se dice la verdad, como ha ocurrido en muchas de las acusaciones de pedofilia. Entonces es necesario humillarse delante de Dios y de los hombres y tratar de extirpar el mal a toda costa, como ha hecho, con gran pesar, Benedicto XVI. Sólo así se recupera credibilidad frente al mundo y se da un ejemplo de sinceridad. Hoy mucha gente no llega a creer en Cristo porque su rostro es oscurecido o escondido detrás de una institución que carece de transparencia.
 Pero si recientemente hemos llorado por muchos acontecimientos desagradables ocurridos entre el clero y los laicos, incluso en la casa pontificia, debemos pensar que estos males, por graves que sean, si se comparan con ciertos males del pasado en la historia de la Iglesia, no son más que un resfriado. Así como, con la ayuda de Dios, estos han sido superados, se superará también la crisis presente. Pero también un resfriado tiene necesidad de ser curado bien para que no se convierta en neumonía.
 El espíritu maligno del mundo, el mysterium iniquitatis, se esfuerza continuamente por infiltrarse dentro de la Iglesia. Además, no olvidemos la advertencia de los profetas al antiguo Israel de no buscar alianzas ni con Babilonia ni con Egipto, sino seguir una pura política ex fide confiando solamente en Dios y en su alianza. ¡Ánimo! Cristo nos anima cuando exclama: “Tengan confianza, yo he vencido el mundo”.
 Hagamos ahora un paso adelante en nuestra pregunta sobre la voluntad de Dios respecto a la Iglesia. No hay duda que la unidad de su cuerpo es el summum desideratum de Cristo, como demuestra su oración sacerdotal en la última cena. Lamentablemente, el cristianismo está todavía dividido, tanto en la fe como en el amor. Los primeros intentos de ecumenismo inmediatamente después de la segunda guerra mundial (recuerdo haber estado presente en algunos encuentros con Romano Guardini en Burg Rothenfels), como también el compromiso suscitado por la Unitatis redintegratio, están dando fruto, aún quedando un larguísimo camino por delante. Los prejuicios mueren muy lentamente y alcanzar un acuerdo teológico no es, de hecho, fácil. Estamos tentados de cansarnos en este camino que, a menudo, parece darse en una sola dirección. Pero desistir del diálogo sería ir explícitamente contra la voluntad de Dios. Más que las discusiones o los encuentros ecuménicos, sin embargo, se necesita una oración confiada y conjunta de todas las partes y un camino convergente hacia la santidad y el espíritu de Jesús.
 No menos fácil para el futuro Pontífice será la tarea de mantener la unidad en la Iglesia Católica misma. Entre extremistas ultratradicionalistas y extremistas ultraprogresistas, entre sacerdotes rebeldes a la obediencia y aquellos que no reconocen los signos de los tiempos, estará siempre el peligro de cismas menores que no sólo dañan a la Iglesia sino que van en contra de la voluntad de Dios: la unidad a toda costa. Unidad, sin embargo, no significa uniformidad. Es evidente que esto no cierra las puertas a la discusión intra-eclesial, presente en toda la historia de la Iglesia. Todos son libres de expresar sus pensamientos sobre la tarea de la Iglesia, pero que sean propuestas en la línea de aquel depositum fidei que el Pontífice, junto con todos los obispos, tiene el deber de custodiar. Pedro hará su tarea tanto más fácil cuanto la comparta con los otros Apóstoles.
 Por desgracia hoy la teología sufre del pensamiento débil que reina en el ambiente filosófico y necesitamos de un buen fundamento filosófico para poder desarrollar el dogma con una hermenéutica válida que hable un lenguaje inteligible al mundo contemporáneo. Ocurre a menudo, sin embargo, que las propuestas de muchos fieles para el progreso de la Iglesia se basan sobre el grado de libertad que se concede en ámbito sexual. Ciertamente leyes y tradiciones que son puramente eclesiásticas pueden ser cambiadas, pero no todo cambio significa progreso; es necesario discernir si tales cambios se realizan para aumentar la santidad de la Iglesia o para oscurecerla.
 Pasemos ahora a un capítulo todavía más acuciante. En el Occidente, al menos en Europa, el cristianismo mismo está en crisis. Europa no ha querido ni siquiera tomar en consideración las propias tradiciones históricas cristianas. Hay un laicismo y un agnosticismo galopante que tiene diversas raíces, por mencionar sólo algunas: la relativización de la verdad, fruto del ya mencionado pensamiento débil, tema subrayado a menudo por Benedicto XVI, un materialismo que mezcla todo en términos económicos, la herencia de gobiernos y partidos que tenían el intento de remover a Dios de la sociedad, la explosión de la libertad sexual y aquel rapidísimo progreso científico que no conoce frenos morales y humanitarios. Además reina una ignorancia y descuido no sólo de la doctrina católica sino del ABC mismo del cristianismo. Se siente, por eso, la urgencia de la nueva evangelización que comienza con el kerigma anunciado a los no creyentes, seguido por una catequesis continua alimentada por la oración.
 Sin embargo, el Señor, que nunca es vencido por la negligencia humana, parece que, mientras en Europa se le cierran las puertas, Él las está abriendo de par en par en otros lados, especialmente en el Asia. Y también en el Occidente, Dios no dejará de reservarse un resto de Israel que no se arrodilla frente a Baal, un resto que encontramos principalmente en los muchos movimientos laicales dotados de carismas diversos que están dando una fuerte contribución a la nueva evangelización. Estos movimientos están llenos de jóvenes, muy amados por los últimos dos pontífices. Son ellos la semilla que, bien cuidada, crecerá en un árbol nuevo lleno de frutos. Debe cuidarse, sin embargo, que los movimientos particulares no crean que la Iglesia se agota en ellos.
 En pocas palabras, Dios no puede ser derrotado por nuestra negligencia. La Iglesia es suya, las puertas del infierno la podrán herir en el talón pero nunca la podrán sofocar.
 Hasta ahora hemos hablado de papas, cardenales, obispos y sacerdotes, pero hay otro factor de esperanza en la Iglesia que no debemos olvidar: el sensus fidelium. Agustín lo llama “el Maestro interior” en cada creyente, y san Juan “la unción” que nos enseña cada cosa, ella crea en lo íntimo del corazón aquel discernimiento entre lo verdadero y lo falso, nos hace distinguir instintivamente lo que es secundum Deum de lo que viene del mundo y del maligno. Según la Dei Verbum, también el sensus fidelium es un locus theologicus que debe ser tomado en consideración por los pastores de la Iglesia. Las brasas de la fe devota son mantenidas vivas por millones de fieles sencillos que están lejos de ser llamados teólogos, pero los cuales, desde la intimidad de sus oraciones, reflexiones y devociones, pueden dar profundos consejos a sus pastores. Son ellos quienes “destruirán la sabiduría de los sabios y rechazarán la ciencia de los inteligentes”. Esto quiere decir que cuando el mundo, con toda su ciencia e inteligencia, abandona el logos de la razón humana, el Logos de Dios brilla en los corazones sencillos, que forman la médula de la que se nutre la espina dorsal de la Iglesia.
 ¿Pero por qué estoy diciendo todo esto? Porque, aún profesando el lugar común de que el Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, no siempre lo tomamos en consideración en nuestros planes sobre la Iglesia. Él trasciende todo análisis sociológico y previsión histórica. Supera los escándalos, las políticas internas, los arribismos y los problemas sociales, los cuales, en su complejidad, oscurecen el rostro de Cristo que debe brillar incluso a través de densas nubes. Escuchemos a Agustín: “Los apóstoles veían a Cristo y creían en la Iglesia que no veían; nosotros vemos a la Iglesia y debemos creer en Cristo a quien no vemos. Adhiriendo firmemente a lo que vemos, llegaremos a ver a aquel que ahora no vemos”.
 Y vosotros: ¿por qué os encontráis aquí? En 1961 Juan XXIII recibió en audiencia al Cuerpo diplomático ante la Santa Sede en esta Capilla Sixtina. Indicó la figura dominante del Cristo juez en el fresco de Miguel Ángel y les dijo que Cristo juzgará también el obrar de cada nación en la historia. Vosotros os encontráis en esta misma Capilla, bajo la figura de ese Cristo, con la mano levantada, no para aplastar sino para iluminar vuestro voto, para que sea secundum Spiritum, non secundum carnem, es decir, “non in
sinistrum nos ignorantia trahat, non favor inflectat, non acceptio muneris vel
personae corrumpat”. Es de este modo que el elegido no será solamente el vuestro sino esencialmente el Suyo.
 Quisiera cerrar con una nota más ligera. Éste no es el primer cónclave en el que he estado presente. Yo estuve también en el cónclave de Pablo VI, como simple sacristán que preparaba los altares. Un día vino a mí el Cardenal Montini, que me pidió confesarlo; dos horas después era Papa. Muerto él, se preparaba el Cónclave, y estaban con nosotros en el Colegio Santa Mónica, tres cardenales, entre ellos el Cardenal Luciani. Siendo el más anciano me tocó dirigirles el saludo antes de su partida a la Capilla Sixtina. Recuerdo haber dicho: “Deciros `éxitos´ no es de buen gusto; deciros `nos vemos´ es todavía peor. Sólo os digo: Dios os bendiga”. ¡Soy un pájaro de buen agüero! El mismo saludo os dirijo a vosotros: ¡El Señor esté con vosotros y os bendiga!

lunes, 6 de mayo de 2013

BENEDICTO XVI




 

TEXTO COMPLETO: Catequesis del Papa sobre el hecho de que la fe nace de la Iglesia


VATICANO, 31 Oct. 12 / 11:01 am (ACI).- Queridos hermanos y hermanas,
Proseguimos nuestro camino de meditación sobre la fe católica. La semana pasada he mostrado que la fe es un don, porque es Dios quien toma la iniciativa de venir a nosotros, y es una respuesta con la cual lo recibimos como verdad y cimiento estable de nuestra vida. Es un don que transforma la vida, porque nos hace penetrar en la misma visión de Jesús, que obra en nosotros y nos abre al amor a Dios y a los demás.
Hoy me gustaría dar un paso más en nuestra reflexión, empezando de nuevo con algunas preguntas: ¿la fe tiene un carácter sólo personal e individual? ¿Interesa sólo a mi persona? ¿Vivo mi fe por mi cuenta? Por supuesto, el acto de fe es un acto eminentemente personal, que tiene lugar en lo más profundo de mi ser y que marca un cambio de dirección, una conversión personal: es mi vida la que recibe un cambio de ruta.
En la liturgia del Bautismo, en el momento de las promesas, el celebrante pide manifestar la fe católica y formula tres preguntas: «¿Creéis en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?; ¿Creéis en Jesucristo? y, por último, ¿Creéis en el Espíritu Santo? Antiguamente, estas preguntas se dirigían personalmente al que iba a recibir el Bautismo, antes de sumergirse tres veces en el agua. Y aún hoy, la respuesta es en singular: "Creo".
Pero mi creer no es el resultado de mi reflexión solitaria, no es producto de mi pensamiento, sino que es el resultado de una relación, de un diálogo en el que hay un escuchar, un recibir y una respuesta, es la acción de comunicar con Jesús la que me hace salir de mi "yo", encerrado en mí mismo, para abrirme al amor de Dios Padre. Es como un renacer, en el que me encuentro unido no sólo a Jesús, sino también a todos aquellos que han caminado y caminan por el mismo camino, y este nuevo nacimiento, que comienza con el Bautismo, continúa a lo largo de toda la vida.
No puedo construir mi fe personal en un diálogo privado con Jesús, porque Dios me dona la fe a través de una comunidad creyente, que es la Iglesia y me inserta en una multitud de creyentes, en una comunión, que no es sólo sociológica, sino que tiene sus raíces en el amor eterno de Dios, que en Sí mismo es comunión del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es Amor trinitario. Nuestra fe es verdaderamente personal, sólo si es comunitaria: puede ser mi fe, sólo si vive y se mueve en el "nosotros" de la Iglesia, sólo si es nuestra fe, la fe de la única Iglesia.
Los domingos, en la Santa Misa, rezando el Credo, nos expresamos en primera persona, pero confesamos comunitariamente la única fe de la Iglesia. Ese "Creo", pronunciado de forma individual, nos une al de un inmenso coro en el tiempo y en el espacio, en el que cada uno contribuye, por decirlo así, a una polifonía armoniosa en la fe. El Catecismo de la Iglesia Católica lo resume claramente así: "Creer" es un acto eclesial. La fe de la Iglesia precede, engendra, conduce y alimenta nuestra fe. La Iglesia es la Madre de todos los creyentes. "Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por Madre" (San Cipriano de Cartago – Catecismo de la Iglesia Católica n.181). La fe nace en la Iglesia, conduce a ella y vive en ella. Esto es importante recordarlo.
En los comienzos de la aventura cristiana, cuando el Espíritu Santo desciende con su poder sobre los discípulos en el día de Pentecostés –como se relata en los Hechos de los Apóstoles (cfr. 2, 1-13) – la Iglesia naciente recibe la fuerza para llevar a cabo la misión que le ha confiado el Señor Resucitado: difundir en todos los rincones de la tierra el Evangelio, la buena noticia del Reino de Dios, y guiar así a cada hombre al encuentro con Él, a la fe que salva.
Los Apóstoles superan todos los miedos al proclamar lo que habían oído, visto, y experimentado personalmente con Jesús. Por el poder del Espíritu Santo, comienzan a hablar lenguas nuevas, anunciando abiertamente el misterio del que fueron testigos. Los Hechos de los Apóstoles nos narran luego el gran discurso que Pedro pronuncia, precisamente, en el día de Pentecostés.
Comienza con un pasaje del profeta Joel (3, 1-5), refiriéndolo a Jesús, y proclamando el núcleo central de la fe cristiana: Aquel que había beneficiado a todos, que había sido acreditado en Dios con prodigios y grandes signos, ha sido clavado en la cruz y matado, pero Dios lo ha resucitado de entre los muertos, constituyéndolo Señor y Cristo.
Con Él entramos en la salvación definitiva anunciada por los profetas y el que invoque su nombre será salvado. (cfr. Hch 2,17-24). Al escuchar las palabras de Pedro, muchos se sienten interpelados personalmente, se arrepienten de sus pecados y se hacen bautizar, recibiendo el don del Espíritu Santo (cfr. Hch 2, 37-41).
Así comienza el camino de la Iglesia, como comunidad que lleva este anuncio en el tiempo y en el espacio, comunidad que es el Pueblo de Dios fundado sobre la nueva alianza, gracias a la sangre de Cristo, y cuyos miembros no pertenecen a un determinado grupo social o étnico, sino que son hombres y mujeres provenientes de toda nación y cultura.
Es un pueblo ‘católico’, que habla lenguas nuevas, universalmente abierto para acoger a todos, más allá de todo confín, demoliendo todas las barreras, como afirma san Pablo: "Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en todos. "(Colosenses 3,11).
La Iglesia, por tanto, desde el principio, es el lugar de la fe, el lugar de la transmisión de la fe, el lugar en el que, mediante el Bautismo, estamos inmersos en el Misterio Pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo, que nos libera de la esclavitud del pecado, nos da la libertad de hijos y nos lleva a la comunión con el Dios Trinitario. Al mismo tiempo, estamos inmersos en la comunión con los demás hermanos y hermanas en la fe, con todo el Cuerpo de Cristo, sacados de nuestro aislamiento.
El Concilio Vaticano II lo recuerda: "Dios quiere salvar y santificar a los hombres, no individualmente y sin ningún vínculo entre ellos, sino que quiere hacer de ellos un pueblo, que Lo reconozca en la verdad y fielmente Lo sirva" (Constitución dogmática Lumen gentium, 9).
Recordando aún la liturgia del Bautismo, notamos que, en la conclusión de las promesas en las que expresamos la renuncia al mal y repetimos "creo" a las verdades centrales de la fe, el celebrante dice: "Esta es nuestra fe, ésta es la fe de la Iglesia y nosotros nos gloriamos de profesarla en Cristo Jesús Señor nuestro. "La fe es la virtud teologal, es decir, dada por Dios, pero transmitida por la Iglesia a lo largo de la historia. El mismo San Pablo, escribiendo a los Corintios, afirma haber comunicado a ellos el Evangelio que a su vez también él había recibido (cf. 1 Cor 15:3).
Hay una cadena ininterrumpida de la vida de la Iglesia, de anuncio de la Palabra de Dios, de celebrar de los Sacramentos, que llega hasta nosotros y que nosotros llamamos Tradición. Ella nos da la seguridad de que lo que creemos es el mensaje original de Cristo, predicado por los Apóstoles. El núcleo primordial del anuncio es el acontecimiento de la Muerte y Resurrección del Señor, de donde mana todo el patrimonio de la fe.
Dice el Concilio: "La predicación apostólica, que se expresa de un modo especial en los libros inspirados, debía ser entregada con sucesión continua hasta el fin de los tiempos". Constitución Dogmática. Dei Verbum, 8). Por lo tanto, si las Sagradas Escrituras contienen la Palabra de Dios, la Tradición de la Iglesia la conserva y la transmite fielmente, para que los hombres de todas las épocas tengan acceso a sus vastos recursos y puedan enriquecerse con sus tesoros de gracia. Por eso la Iglesia, cito una vez más el Vaticano, "en su doctrina, en su vida y en su culto transmite a todas las generaciones todo lo que ella es y todo lo que ella cree" (ibid.).
Por último, quisiera destacar que es en la comunidad eclesial que la fe personal crece y madura. Es interesante observar como en el Nuevo Testamento la palabra "santos" se refiere a los cristianos en su conjunto, y ciertamente no todos tenían las cualidades para ser declarados santos por la Iglesia. ¿Qué es lo que se quería indicar, con este término? El hecho de que los que tenían y vivían la fe en Cristo resucitado estaban llamados a convertirse en un punto de referencia para todos los demás, poniéndolos, así, en contacto con la Persona y con el Mensaje de Jesús, que revela el rostro de Dios vivo.
Esto vale también para nosotros: un cristiano que se deja guiar y poco a poco configurar por la fe de la Iglesia, a pesar de sus debilidades, sus limitaciones y sus dificultades, se convierte como una ventana abierta a la luz del Dios vivo, que recibe esta luz y la transmite al mundo. El Beato Juan Pablo II en la Encíclica Redemptoris missio afirma que "la misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones ¡La fe se refuerza donándola!
La tendencia, hoy generalizada, de relegar la fe al ámbito privado contradice su propia naturaleza. Tenemos necesidad de la Iglesia para confirmar nuestra fe y experimentar juntos los dones de Dios: su Palabra, los Sacramentos, el sostén de la gracia y el testimonio del amor. Así nuestro "yo" en el "nosotros" de la Iglesia podrá percibirse, al mismo tiempo, destinatario y protagonista de un acontecimiento que lo sobrepasa: la experiencia de la comunión con Dios, que establece la comunión entre los hombres.
En un mundo donde el individualismo parece regular las relaciones entre las personas, haciéndolas cada vez más frágiles, la fe nos llama a ser Iglesia, portadores del amor y de la comunión de Dios para toda la humanidad (cf. Constitución Pastoral. Gaudium et Spes, 1).

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Cruzada de Oración

Oraciones dictadas desde el Cielo

Locuciones dadas a María Divina Misericordia, entre noviembre 2011 y Abril 2013

Oraciones 1-105 incluyendo las Letanías y Oracionea Adicionales de Jesúa a la Humanidad



2013 www.thewarningsecondcoming.com (todos los derechos reservados)


Sobre este Libro de Oración

Las oraciones contenidas en este libro no son de origen humano. Ellas han sido dadas a una mujer común, una madre casada, que vive en Europa, que ha sido llamada para proclamar la Palabra de Dios.

Deseando no ser conocida, ni que se le celebre de ninguna manera, ella ha recibido diariamente mensajes del cielo, más de 700, desde noviembre del 2010. Todos los mensajes, en inglés, se presentan en el sitio web www.thewarningsecondcoming.com

Estos mensajes revelan Plan Divino de Dios a un mundo moribundo, con respecto a todo lo que se desarrollará en los últimos tiempos previos a la Segunda Venida de Jesucristo. Estas visiones, mensajes y oraciones han sido recibidas a través del Espíritu Santo y son presentadas en este libro como han sido dictadas a la servidora de Dios que se conoce con el nombre de María Divina Misericordia.

Al igual que en los días en los que Jesús nació, Dios envió a Su profeta Juan el Bautista para "enderezar el camino del Señor" y para alertar a la nación de Israel que las profecías de Isaías sobre el Mesías estaban a punto de cumplirse. El mensaje de Juan era que la gente se preparara para la venida del Mesías, mediante el arrepentimiento y la purificación espiritual. Hoy en día, se nos está dando el mismo mensaje --que el Mesías volverá pronto y que debemos estar espiritualmente preparados. De lo contrario, seremos tomados por sorpresa y nos encontraremos de pie delante de Dios en vergüenza mortal, con nuestros pecados completamente expuestos, la conmoción de los que no pueden ser totalmente imaginados ni comprendidos.

A lo largo de la historia, los profetas de Dios han sido rechazados, el ejemplo más claro es el Hijo único de Dios que fue crucificado por la misma gente que Él vino a  salvar. Podemos suponer que hoy, los mensajeros de Dios y, de hecho Dios mismo, no puede ser recibido de forma diferente que en los días de Juan el Bautista. Sin embargo, es nuestro deber de escuchar cuidadosamente a esas voces que "claman en el desierto", llamándonos a abandonar todo lo que es pecaminoso y regresar a nuestro Creador con los corazones abiertos dispuestos a recibir el perdón de Dios y Su Gracia.

El rechazar este tipo de mensajes sin pensarlo dos veces, nos coloca en el mismo peligro que aquéllos que rechazaron a Juan el Bautista y, posteriormente, al Hijo de Dios,  Jesucristo.
Al recibir la Verdad de Dios y seguirla donde quiera que nos lleve, nosotros, al igual que las familias de Noé y de Lot, puede ser que nos ahorremos el castigo que viene, que está a punto de ser derramado sobre el mundo secular* que se burla. Aunque el tiempo se está acabando, Jesús extiende Su Mano en reconciliación a nosotros para que ninguna alma se pierda. No importa cuán lejos nos hayamos desviado de Jesús, al recibir Su misericordia y dejar que Él entre en nuestros corazones, todavía podemos conocer la alegría de ser reconciliados con nuestro Creador a medida que entramos en el Reino Eterno de Dios.

Mientras leen las oraciones escritas en este libro, abran sus corazones y recen para que el Espíritu Santo les hable, ilumine sus corazones e imparta la gracia para discernir el origen de las palabras contenidas en este documento.



Dedicado a
Madre de Dios, Madre de la Salvación



Cruzada de Oración, Letanías y Oraciones Adicionales de Jesús a la Humanidad
ÍNDICE
Cruzada de Oración
Las oraciones en azul son para que las recen los sacerdotes

(1) Mi regalo a Jesús para salvar almas                                                                              Noviembre 17, 2011
(2) Oración por los gobernantes mundiales                                                                         Noviembre 18, 2011
(3) Oración para librar al mundo del miedo                                                                         Noviembre 19, 2011
(4) Oración por la unión de todas las familias                                                                      Noviembre 20, 2011
(5) Alabanza a Dios Altísimo                                                                                               Noviembre 21, 2011
(6) Oración para detener al anticristo                                                                                 Noviembre 22, 2011
(7) Oración  por aquéllos que rechazan la Misericordia                                                        Noviembre 22, 2011
(8) Oración para la confesión                                                                                              Noviembre 22, 2011
(9) Oración para ofrecer el sufrimiento como una ofrenda                                                   Noviembre 28, 2011
(10) Oración para llevar la llama de Tu amor                                                                      Noviembre 29, 2011
(11) Oración para detener el odio a los visionarios                                                              Noviembre 30, 2011
(12)  Oración para evitar el pecado del orgullo                                                                     Diciembre 03, 2011
(13) Oración pidiendo inmunidad                                                                                         Diciembre 11, 2011
(14) Oración a Dios Padre para protección contra la guerra nuclear                                      Diciembre 14, 2011
(15) Agradecimiento por el Don de la Divina Misericordia                                                     Diciembre 19, 2011
(16) Para aceptar las Gracias ofrecidas durante el GRAN AVISO                                           Diciembre 31, 2011
 
(17) Oración a la  Madre de la Salvación por las almas oscuras                                                   Enero 01, 2012
(18) Oración para detener al anticristo y su grupo                                                                       Enero 11, 2012
(19) Oración por la gente joven                                                                                                  Enero 13, 2012
(20) Oración para detener al  anticristo de destruir al mundo                                                      Enero 19, 2012
(21) Gracias a Dios Padre por la salvación de la humanidad                                                        Enero 24, 2012
(22) Oración para que el Clero Católico la rece                                                                           Enero 28, 2012
(23) Oración de protección para el  Papa Benedicto                                                                     Enero 29, 2012
(24)  Indulgencia Plenaria para la Absolución total                                                                      Enero 31, 2012
(25) Oración para pedir protección para todos los Visionarios                                                   Febrero 04, 2012
(26) Rezad el rosario para salvar a vuestra nación                                                                   Febrero 05, 2012
(27) Oración por la Paz en el mundo                                                                                        Febrero 06, 2012
(29) Oración para proteger la práctica del Cristianismo                                                            Febrero 12, 2012
(31) Cadena de Protección                                                                                                      Febrero 16, 2012
(32) Oración para detener el aborto en Irlanda                                                                        Febrero 17, 2012
(33) Oración para aceptar el Sello del Dios Vivo                                                                       Febrero 20, 2012
(34) Mi regalo de ayuno para Jesús                                                                                         Febrero 22, 2012
(35) Oración para que  las almas  entren al Paraíso                                                                    Marzo 01, 2012
(36) Por aquéllos que necesitan ayuda para  honrar al Dios Verdadero                                       Marzo  07, 2012
(37) Oración por la unificación de todos los hijos de Dios                                                             Marzo 14, 2012
(38) Oración por la  salvación de la Iglesia Católica                                                                    Marzo 20, 2012
(39) Oración para ayudar a preparar almas para el Nuevo Paraíso                                              Marzo 21, 2012
(40)  Para que el Clero prepare las almas para la Segunda Venida                                              Marzo 24, 2012
(41)  Por las almas de los no creyentes                                                                                      Marzo 25, 2012
(42) Oración de ayuno para detener la Moneda Mundial                                                              Marzo 27, 2012
(43) Para salvar almas durante el GRAN AVISO.                                                                           Abril 03, 2012
(44) Oración de fortaleza para defender mi Fe contra el  Falso Profeta                                          Abril 12, 2012
(45) Oración para vencer los pensamientos negativos                                                                   Abril 17, 2012
(46) Libérame de las cadenas de Satanás                                                                                     Abril 20, 2012
(47) Oración para volver a encender el amor por Jesús                                                                 Abril 22, 2012
(48) Oración para pedir la gracia para proclamar la Segunda Venida de Cristo                              Abril 22, 2012
(49) Promesa de lealtad para el Clero Cristiano                                                                            Abril 24, 2012
(50) Jesús, ayúdame a saber Quién eres                                                                                      Abril 30, 2012
(51) Por el Don del Espíritu Santo                                                                                                Mayo 04, 2012
(52) Oración al Padre                                                                                                                  Mayo 08, 2012
(53) Oración por la Iglesia Católica                                                                                             Mayo 10, 2012
(54) Oración al Padre para mitigar el impacto de la Tercera Guerra Mundial                                 Mayo 16, 2012
(55) Oración para prepararse para el Gran Aviso                                                                         Mayo 21, 2012
(57) Oración para el Clero –Jesús, haz que escuche Tu llamado                                                   Mayo 28, 2012
(58) Oración para la Cruzada de Conversión                                                                                Mayo 31, 2012
(59) Promesa de lealtad a la Divina Voluntad.                                                                              Junio 13, 2012
(60) Oración por la conversión de las familias durante el Gran Aviso                                            Junio 14, 2012
(61) Oración para impedir el Control Único Mundial                                                                      Junio 17, 2012
(62) Oración por los pecadores extraviados y desamparados                                                       Junio 21, 2012
(63) Oración para el sustento en esta jornada                                                                              Junio 29, 2012
(64) Oración para salvar a mis hermanos y hermanas                                                                  Julio 04, 2012
(65) Oración por aquéllos en pecado mortal                                                                                  Julio 09, 2012
(66) Oración para el Clero: Ayúdame a permanecer fiel a Tu Santísima Palabra                            Julio 16, 2012
(67) Oración para mantener a mis hijos protegidos contra el rey de las mentiras                          Julio 17, 2012
(68) Oración para protegerme de la influencia de Satanás                                                             Julio 23, 2012
(69) Oración a Dios Padre para aceptar Su Divina Voluntad                                                           Julio 26, 2012
(71)  Oración para protegernos de la persecución                                                                         Julio 31, 2012
(72) La Oración del Discípulo                                                                                                     Agosto 07, 2012
(73) Oración por las almas jóvenes, niños pequeños                                                                  Agosto 16, 2012
(74) Oración por el Don de discernimiento                                                                                 Agosto 22, 2012
(75) Te entrego mi dolor a Ti, querido Jesús                                                                      Septiembre 04, 2012
(76) Oración del ateo                                                                                                        Septiembre 10, 2012
(77) Oración por Gran Bretaña                                                                                          Septiembre 17, 2012
(78) Oración para salvarme del maligno                                                                            Septiembre 25, 2012
(79) Oración por los dos mil millones de almas perdidas                                                     Septiembre 27, 2012
(80) Oración por las almas de quienes cometen asesinatos                                                      Octubre 14, 2012
(81) Oración por el regalo de la Santa Comunión                                                                     Octubre 19, 2012
(82) Oración por la victoria de la Iglesia remanente                                                                 Octubre 25, 2012
(83) Oración para mitigar los castigos                                                                                 Noviembre 01, 2012
(84) Oración para iluminar las almas de las elites que gobiernan el mundo                         Noviembre 09, 2012
(86) Oración para ser liberado del tormento de la duda                                                       Noviembre 27, 2012
(87) Oración para proteger a nuestra nación del demonio                                                   Noviembre 30, 2012
(88) Oración por las almas después del Aviso                                                                       Diciembre 03, 2012
(89) Oración por  los miserables pecadores                                                                          Diciembre 15, 2012
(90) Oración de  Acción de Gracias por Tu Gloriosísima Segunda Venida                               Diciembre 22, 2012
(91) Oración por mantenerme fiel a mi Fe                                                                                  Enero 04, 2013
(92) Oración por la gracia de la perseverancia                                                                            Enero 06, 2013
(93) Oración por las lágrimas de conversión                                                                               Enero 11, 2013
(94) Oración para curar la mente, el cuerpo y el alma                                                                Enero 15, 2013
(95) Oración para ayudar a encontrar tiempo para la oración                                                      Enero 23, 2013
(96) Oración para bendecir y proteger nuestro Grupo de Cruzada de Oración                              Enero 25, 2013
(97) Oración para unir los Grupos de Cruzada de Oración                                                         Febrero 05, 2013
(98) Oración por la Gracia de Dios para proteger a los líderesmundiales                                  Febrero 03, 2013
(99) Oración por la salvación de Australia y Nueva Zelanda                                                      Febrero 10, 2013
(100) Oración por la supervivencia del cristianismo.                                                                Febrero 13, 2013  
(101) Oración Milagrosa para sentir la presencia de Jesús                                                          Febrero 19, 2013
 
       (103) Oración para compartir la Copa de Sufrimiento con Cristo                                                   Marzo 22, 2013

       (104) Oración para liberar esta alma de la esclavitud                                                                   Abril 14, 2013

       (105) Don de conversión para otros                                                                                                                                         Abril 19, 2013