El Papa recibe la enciclopedia de manos de Antonio Couto. FOTO: L´Osservatore Romano |
No ha estado nunca en Compostela. Pero tiene en su poder documentación suficiente para ponerse al día antes de darse un baño de masas en la capital gallega. Benedicto XVI ya custodia en las estanterías del Vaticano la Gran Enciclopedia del Camino de Santiago. Diccionario de la cultura jacobea. El Pontífice recibía esta misma semana la publicación de manos de sus editores, entre ellos Antonio Couto, y su director, Manolo Rodríguez. Ambos se mostraron muy satisfechos por la gran acogida de Ratzinger, que alabó la iniciativa de compendiar toda la cultura xacobea en una obra de fácil consulta.
La máxima autoridad de la Iglesia no fue, sin embargo, el único que se deshizo en elogios durante la tradicional audiencia que se celebra en el Vaticano. Monseñor Francisco Froján Madero, responsable de las Relaciones con los Estados de la Santa Sede y gallego de origen, mostró un interés muy especial por la obra. Sus felicitaciones vienen a sumarse a las que Bolanda ha venido recibiendo en los últimos meses por parte de la curia. Y es que el arzobispo de Santiago y el deán de la Catedral ya hicieron lo propio coincidiendo con la presentación de la enciclopedia en el Hostal de los Reyes Católicos. Es más, José María Díaz llegó a compararla con el Códice Calixtino y aseguró que se convertiría en el "mejor regalo cultural de este año santo compostelano".
EQUIPO MULTIDISCIPLINAR. Editada por Bolanda, la obra constituye un ambicioso proyecto en el que participó un equipo multidisciplinar constituido por más de 70 personas entre redactores, historiadores, fotógrafos, diseñadores gráficos y otros colaboradores. Su tarea se prolongó durante 18 meses y, finalmente, la enciclopedia vio la luz en pleno Año Santo 2010.
Se trata de una obra sin precedentes, ya que por primera vez en la historia se edita una enciclopedia sobre el Camino estructura alfabéticamente en la que tiene cabida todo lo relacionado con la cultura xacobea. Por ello, el canónigo compostelano llegó a cualificar la obra como "un nuevo Códice Calixtino" y se mostró impresionado al encontrar términos que habitualmente no están ligados a la tradición jubilar. También destacó el intenso trabajo de investigación, tanto a la hora de recopilar datos históricos como actuales, y el excepcional apartado gráfico con más de 2.000 fotos y 100 gráficos.
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