domingo, 16 de septiembre de 2012

VIAJE DEL PAPA BENEDICTO XVI A LÍBANO

   El Papa ha hecho "un llamamiento a todos a trabajar por la paz" durante su homilía en la Misa celebrada en el City Center Waterfront de Beirut en la cual los medios libaneses estimaron la participación de más de 300 mil personas.
   Así, en el último día de su viaje apostólico en Líbano, el Pontífice ha implorado "particularmente al Señor que conceda a esta región de Oriente Próximo servidores de la paz y la reconciliación, para que todos puedan vivir pacíficamente y con dignidad".
   Asimismo, ha realizado otro llamamiento a trabajar por la paz "cada uno como pueda y allí dónde se encuentre" por lo que ha resaltado la importancia del "testimonio esencial que los cristianos deben dar aquí, en colaboración con todas las personas de buena voluntad".
   Esta Celebración Eucarística en el City Center Waterfront de Beirut se ha realizado en ocasión de la publicación de la exhortación apostólica post-sinodal de Oriente Medio 'Ecclesia in Medio Oriente', 'Iglesia en Oriente Próximo' que él mismo Benedicto XVI firmó el pasado 14 de septiembre en la Basílica de 'St Paul' de la ciudad de Harissa, el texto es fruto de la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos realizada en el Vaticano del 10 al 24 de octubre de 2010, por lo que estuvieron presentes alrededor de 300 obispos de todo Oriente Próximo.
   Al llegar el Papa fue recibido por el alcalde que le entregó las Llaves de la ciudad y por el patriarca de Antioquía de los Maronitas y presidente de la Asamblea de los Patriarcas y de los Obispos Católicos del Líbano (APECL), su Beatitud Béchara Boutros Raï que dirigió unas palabras. Además ha asistido a la Misa el Presidente de la República junto a otras personalidades institucionales.
   Durante su homilía, el Papa ha saludado a los demás patriarcas y obispos de las iglesias orientales, a los obispos latinos de las regiones vecinas, así como a los cardenales y obispos procedentes de otros países y ha recordado que el próximo 11 de octubre iniciará el Año de la fe en el cual espera que "todo fiel se comprometa de forma renovada en este camino de conversión del corazón" por lo que a lo largo de todo este año el Pontífice ha animado "vivamente, a profundizar vuestra reflexión sobre la fe, para que sea más consciente, y para fortalecer vuestra adhesión a Jesucristo y su evangelio".
   Por otra parte, Benedicto XVI ha destacado que "el camino por el que Jesús nos quiere llevar es un camino de esperanza para todos" y ha subrayado que el servicio es "una exigencia imperativa para la Iglesia y, para los cristianos, el ser verdaderos servidores, a imagen de Jesús" ya que "es un elemento fundacional de la identidad de los discípulos de Cristo".
   En este sentido, "la vocación de la Iglesia y del cristiano es servir, como el Señor mismo lo ha hecho, gratuitamente y a todos, sin distinción. Por tanto, en un mundo donde la violencia no cesa de extender su rastro de muerte y destrucción, servir a la justicia y la paz es una urgencia, para comprometerse en aras de una sociedad fraterna, para fomentar la comunión", ha añadido.
   Asimismo, el Papa ha indicado que "el servicio debe entrar también en el corazón de la vida misma de la comunidad cristiana" en todo cargo en la Iglesia, por lo que "éste es el espíritu que debe reinar entre todos los bautizados, en particular con un compromiso efectivo para con los pobres, los marginados y los que sufren, para salvaguardar la dignidad inalienable de cada persona".
   Al finalizar, se ha dirigido a los que sufren "en el cuerpo o en el corazón" y ha insistido en que su dolor "no es inútil" porque "Cristo servidor está cercano a todos los que sufren" y "Él está a su lado" por lo que ha auspiciado que encuentren en su camino "hermanos y hermanas que manifiesten concretamente su presencia amorosa, que no los abandonará" por lo que ha solicitado que "Cristo los colme de esperanza" enviando una bendición a toda la región de Oriente Próximo para que conceda el don de la paz.