jueves, 18 de febrero de 2010

JORNADAS POR LAS VOCACIONES



VATICANO - Jornada por las Vocaciones: “Para promover las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa es indispensable el ejemplo de todos los que ya han dicho su ‘sí’ a Dios”

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Para promover las vocaciones específicas al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa, para hacer más vigoroso e incisivo el anuncio vocacional, es indispensable el ejemplo de todos los que ya han dicho su "sí" a Dios y al proyecto de vida que Él tiene sobre cada uno. El testimonio personal, hecho de elecciones existenciales y concretas, animará a los jóvenes a tomar decisiones comprometidas que determinen su futuro”. Es un pasaje del Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI para la 47ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará en el IV domingo de Pascua, el 25 de abril de 2010, sobre el tema: “El testimonio suscita vocaciones”.
Después de haber destacado la sintonía del tema con la celebración del Año Sacerdotal, el Papa reafirma que “la fecundidad de la propuesta vocacional, en efecto, depende primariamente de la acción gratuita de Dios, pero... está favorecida también por la cualidad y la riqueza del testimonio personal y comunitario de cuantos han respondido ya a la llamada del Señor”. Citando los acontecimientos de quienes, como recuerda la Sagrada Escritura, han sido llamados por el Señor a testimoniar con su existencia aquello que anunciaban, el Mensaje afirma que también hoy en la Iglesia, “Dios se sirve del testimonio de los sacerdotes, fieles a su misión, para suscitar nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas al servicio del Pueblo de Dios”.


Luego Benedicto XVI indica tres aspectos de la vida del presbítero que considera “esenciales para un testimonio sacerdotal eficaz”. Ante todo la amistad con Cristo. “Jesús vivía en constante unión con el Padre, y esto era lo que suscitaba en los discípulos el deseo de vivir la misma experiencia... La oración es el primer testimonio que suscita vocaciones”. Luego está el don total de sí mismo a Dios. “Siguiendo a Jesús, quien ha sido llamado a la vida de especial consagración debe esforzarse en dar testimonio del don total de sí mismo a Dios. De ahí brota la capacidad de darse luego a los que la Providencia le confíe en el ministerio pastoral”. Finalmente está la vivencia de la comunión en el amor. “De manera especial, el sacerdote debe ser hombre de comunión, abierto a todos, capaz de caminar unido con toda la grey que la bondad del Señor le ha confiado, ayudando a superar divisiones, a reparar fracturas, a suavizar contrastes e incomprensiones, a perdonar ofensas”.
Refiriéndose a la vida consagrada, el Mensaje pone en evidencia que “la existencia misma de los religiosos y de las religiosas habla del amor de Cristo... Su fidelidad y la fuerza de su testimonio, porque se dejan conquistar por Dios renunciando a sí mismos, sigue suscitando en el alma de muchos jóvenes el deseo de seguir a Cristo para siempre, generosa y totalmente”. Después de haber recordado que “todo presbítero, todo consagrado y toda consagrada, fieles a su vocación, transmiten la alegría de servir a Cristo, e invitan a todos los cristianos a responder a la llamada universal a la santidad”, el Mensaje se concluye con el deseo de que esta Jornada Mundial pueda ofrecer “una preciosa oportunidad a muchos jóvenes para reflexionar sobre su vocación, entregándose a ella con sencillez, confianza y plena disponibilidad”. (SL) (Agencia Fides 17/02/2010; líneas 37 palabras 536)

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