10.-DANOS UN CORAZÓN NUEVO
Danos, Señor, un corazón nuevo,
que sepa escucharte a Ti sólo
comprenderte a Ti sólo desearte a Ti sólo.
Danos, Señor, un corazón limpio,
purificado por el arrepentimiento
y por la mortificación,
que del mal sólo conozca
lo que basta para evitarlo,
que en cada cosa descubra
rayos de tu sabiduría
y de tu belleza.
Danos, Señor, un corazón nuevo,
que sepa escucharte a Ti sólo
comprenderte a Ti sólo desearte a Ti sólo.
Danos, Señor, un corazón limpio,
purificado por el arrepentimiento
y por la mortificación,
que del mal sólo conozca
lo que basta para evitarlo,
que en cada cosa descubra
rayos de tu sabiduría
y de tu belleza.
Danos, Señor, un corazón fuerte,
que te ame con sinceridad,
con ardor, con sacrificio,
que te sea fiel en cada hora,
que convierta cada obstáculo en estímulo
para amarte en mayor medida,
cada falta en contrición,
cada dolor en ofrenda,
cada acción en amor,
cada gracia en gozo.
Danos, Señor, un corazón dulce y grande,
como el de María Santísima,
como el de tus Santos,
un corazón amoroso,
que de tu caridad saque fuentes
de caridad hacia el prójimo,
y de la piedad y el servicio al prójimo,
servicio y piedad para contigo.
¡Oh Dios Padre!
¡Oh Dios Hijo!
¡Oh Dios Espíritu Santo!
Amén.
Pablo VI
Milán, 13 de enero de 1957
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