martes, 12 de mayo de 2009

BENEDICTO XVI EN TIERRA SANTA


VATICANO - Benedicto XVI en Tierra Santa (8) - Bendición de la primera piedra de las iglesias en el Jordán: "La primera piedra de una iglesia es símbolo de Cristo. La Iglesia se apoya en Cristo, está sostenida por Él y no puede separarse de Él”
Betania (Agencia Fides) - La tarde del domingo 10 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI ha ido a Bethany beyond the Jordan, región que fue el centro de la actividad de San Juan Bautista y escenario de la vida pública de Jesús. Después de visitar el itinerario arqueológico del Sitio del Bautismo, el Papa bendijo la primera piedra de la Iglesia de los latinos y de los Greco-Melquita.

"La primera piedra de una iglesia es símbolo de Cristo - ha dicho el Papa en su discurso antes del rito de bendición -. La Iglesia se apoya en Cristo, está sostenida por Él y no puede separarse de Él. Él es el único cimiento de toda comunidad cristiana… Con Él, también nosotros somos piedras vivas construidas como edificio espiritual, lugar de morada para Dios". Citando a continuación a San Agustín, ha subrayado que la realidad de la Iglesia "es Cristo y nosotros, Cristo con nosotros. Él es con nosotros como la vida con sus sarmientos. La Iglesia es en Cristo una comunidad de vida nueva, un realidad dinámica de gracia que procede Él. A través de la Iglesia, Cristo purifica nuestros corazones, ilumina nuestras mentes, nos une con el Padre y, en el único Espíritu, nos conduce a un ejercicio diario de amor cristiano. Confesamos esta gozosa realidad como Iglesia una, santa, católica, y apostólica”.
Luego Benedicto XVI ha recordado que "entramos en la Iglesia a través del Bautismo" y la memoria del bautismo de Cristo "está vivamente presente ante nosotros en este lugar", dónde "Jesús se puso en la fila con los pecadores y aceptó el bautismo de penitencia de Juan". Después ha exhortado a los presentes: " Que el Jordán os recuerde siempre que habéis sido lavados en las aguas del Bautismo y que os habéis convertido en miembros de la familia de Jesús. Vuestras vidas, en obediencia a su palabra, son transformadas en su imagen y semejanza. Al esforzaros por ser fieles a vuestro compromiso bautismal de conversión, testimonio y misión, sabéis que sois fortificados por el don del Espíritu Santo”.
Por último, el Pontífice ha exhortado a los presentes "a crecer en toda esa gama de nobles actitudes que son conocidas con el nombre bendito de ágape, amor cristiano": "Promoved el diálogo y la comprensión en la sociedad civil, especialmente cuando reivindicáis vuestros legítimos derechos. En Oriente Medio, marcado por el trágico sufrimiento, por años de violencia y cuestiones sin resolver, los cristianos están llamados a ofrecer su contribución inspirada por el ejemplo de Jesús, de reconciliación y de paz con el perdón y la generosidad”. (S.L) (Agencia Fides 12/5/2009)

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